Este verano, entre otras cosas, he estado en Sicilia. He tenido suerte, ya que no he sufrido ninguna ola de calor, como la que azota ahora mismo la península ibérica. Anteayer (23 de agosto) el aire quemaba en Valencia. Literalmente.
Pero no voy a hablar del poniente de Valencia, sino de lo encontrado en Sicilia.
Lo primero que llama a atención de Sicilia es la locura de la carretera. Allí se conduce igual que en España en los años 70. Al menos esa fue mi impresión: No es obligatorio el uso del cinturón en los asientos traseros, las carreteras no son especialmente buenas, la gente adelanta "como puede", saltando líneas continuas, adelantando aunque venga otro de cara, ya que si hay arcén, el que viene de cara se aparta y caben tres coches. Como lo cuento. Totalmente cierto.
Y para rematar la sensación de "estar en el pasado", por las carreteras se ven muchos cinquecentos de los clásicos. Yo pensaba que eran 600, como los de España, pero no, eran 500s. Cuando digo muchos no estoy diciendo que la mitad de los coches sean piezas de museo, no. Me refiero a que un 5% son coches que tienen más de 20 años. Esto es mucho si se compara con España, donde coches de más de 20 años circulando, calculo que habrán un 0,5%. En Sicilia parece que no existió Plan Prever.
Como muestra, unas fotos:
Aparcado
Versión deportiva 590GT
Versión deportiva 590GT (2)
Por las calles de Sciacca
Y otras curiosidades con ruedas, como este coche deportivo-comerciante-ambulante:
Bueno, me despido, hasta en próximo post, donde contaré alguna que otra curiosidad geek del viaje.
¡Nos leemos!