Mucho ha pasado en España desde la última vez que dediqué algo de tiempo al Blog. Elecciones. Indignación. El despertar de la población. La fuerza de las redes sociales. Y la pésima situación del país. Se acabaron los “booms”.
Admiro a Punset.
Y lo que ha escrito respecto a la situación de España no hace más que incrementar mi admiración hacia este científico, pensador, divulgador.
Les dejo con las palabras de Eduard Punset:
Primero. No parece que guste a la mayoría o que conduzca a mejores horizontes la vieja división del país en derechas e izquierdas, que antaño condujo a la horrenda Guerra Civil. Es más importante contar y agruparse en torno a los que están por delante de los problemas más acuciantes –como los sistemas de representación democrática, la reforma educativa, el medio ambiente o la energía– que los que siguen detrás, defendiendo viejos mitos inservibles en el mundo moderno como el control del estamento jurídico por los partidos políticos. Por favor, la sociedad en pleno está irritada por el discurso político cuando es más ideológico que centrado en problemas concretos.
Segundo. Es de sabios aceptar que se cometió un error en la transición política extendiendo el poder de los partidos políticos para controlar a los estamentos judiciales. Se violó el principio sacrosanto de la separación de poderes para dar mayor peso a instrumentos como los partidos políticos, que apenas habían existido durante el franquismo. Fue un error descomunal de cuya importancia no se percataron los políticos procedentes del franquismo, pero que habían aceptado el objetivo de la restauración democrática.
Tercero. Nadie disiente de la necesidad de democratizar los partidos políticos y devolver el poder de elección a los ciudadanos. No es tolerable que las listas de los candidatos a las elecciones las confeccionen los estados mayores de los partidos sin que los ciudadanos tengan nada que decir. El sentir general está en contra de las listas cerradas. No se puede hacer oídos sordos a este clamor popular; por lo menos, todo el rato. Fue el sentimiento equivocado que imperó inmediatamente después del franquismo, de nuevo, de que había que dar mucho poder a los partidos políticos para que pudieran estructurarse.
Por último, los excesos del sector inmobiliario y las heridas infligidas al paisaje muestran claramente que nunca se debió haber permitido que el urbanismo financiara directa o indirectamente a los partidos políticos y entes municipales con el acuerdo de los dos. Es también urgente corregir esta situación.
El artículo completo: Las infranqueables murallas del mercado político
Y por supuesto, recomiendo encarecidamente su programa, Redes. Los vídeos están disponibles online en la web de rtve, en RTVE a la carta. Disfrútenlos.
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